Cambrils es una ciudad ruidosa que se caracteriza porque hay una gran cantidad de bares y locales de restauración que no respetan ninguna de las normas sobre ruidos marcada por la ley. Aires acondicionados defectuosos que hacen un ruido constante, extractores de humos sin ningún tipo de dispositivo para evitar la contaminación acústica, compresores de refrigeración de neveras de comercios dedicados a la alimentación y un largo etc. La reclamación ante el ayuntamiento, órgano al que le corresponde evitar las molestias originadas por las actividades de los comercios, sirven para poco, en la mayoría de los casos acaban en silencio administrativo. En mi último escrito pido que a los particulares se nos permita presentar informes de empresas privadas reconocidas por la generalitat, como la famosa applus (caso Oriol Pujol), que valoren la contaminación acústica. Me ofrezco a pagar los gastos, no espero ninguna contestación; pero tampoco nos adelantemos. Ahora dicen que son un ayuntamiento